Uno de los primeros libros que compré cuando llegué a Suecia fue naket liv («vida desnuda», Estocolmo, Bonniers, 1929), de Artur Lundkvist. Compré también Glöd («Brasas». Estocolmo, Bonniers, 1928), el primer poemario, de 1928. La cubierta que ilustra este post es la de mi ejemplar.
La importancia de Lundkvist como mediador entre la poesía española y el mundo escandinavo es conocida. He hablado de ello un poco en este blog y es un tema que nos llevaría muy lejos.
En este período inicial de la obra de Lundkvist hay una influencia importante de Walt Whitman, más acusada que en otros miembros del grupo de los Cinco jóvenes, o que los escritores proletarios del «culto a la vida» que caracterizan la literatura sueca entre los años 20 y 30. Este poema es muy significativo de la fusión del poeta con todos los elementos vitales de la vida; se encuentra en Glöd (1928), y lo tradujo Matica Goulard de la Lama:
Quiero gritar el goce de la vida riendo con mis fuertes quijadas.
Quiero caer borracho, embriagado por el exceso del goce de la vida.
Quiero entonar un cantar de cantares si es buena la cosecha y están los corazones henchidos.
Quiero murmurar sobre la vanidad de todo si siento cansancio y amargura,
con la melancolía de un viento de septiembre en árbol empapado de lluvia.
Quiero acariciar el suelo con mi mano para que dé luz y florezca.
Quiero cantar los días que aún no han nacido del seno rojo de la aurora.
En naket liv (1929) hay un poema dedicado a Walt Whitman, que me ha llamado la atención porque coincide en el tiempo con la Oda a Walt Whitman de Federico García Lorca, escrita también en 1929, en Nueva York. Hay que tener en cuenta que Lundkvist será el primer traductor de Poeta en Nueva York, de Lorca, al sueco (1950).
Es más, a finales de los años 40 escribe un poema titulado «García Lorca en Nueva York», que fue traducido en su momento por la benemérita Matica Goulard de la Lama, y que he copiado abajo, en la sección de comentarios.
Por el momento, traduzco «Whitman» de Lundkvist por primera vez en español, ya que no me parece nada casual esta coincidencia en el tiempo entre dos poetas: un sueco que escribe en Estocolmo, y un español que escribe en Nueva York.
Whitman
Tú, el hermano de todos,
tú, el hombre de gran corazón,
tú, robusto caminante en la tormenta de la vida.
Nunca olvidaste esas mañanas de juventud
cuando salías de pesca con tus camaradas en un bote en el mar:
el olor de las algas, ese ambiente en el agua
con gritos de bote a bote
y humo azul subiendo de los barcos —
¡ah, esa fuerte y hermosa camaradería entre hombres!
Tú, amante de la vida,
para ti los días eran como frescas olas verdes:
decididas, llenas de alegría
dejabas que te cubrieran, que te alzaran, que te elevaran,
que te lanzaran hacia adelante —
Caminante del alba,
ibas por el mundo
con un ondulante abrigo desabrochado
y tras de ti remolinos de viento;
cantabas
y tu canción perdura aún entre los montes, es como un eco sobre los océanos:
tus huellas son profundas, indelebles en la tierra,
nos muestran el Camino,
y en ellas florece la luz.
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Whitman
Du allas broder,
du man med det stora hjärtat,
du starke vandrare i livets storm.
Du glömde aldrig dessa morgnar från din ungdom
då du var med kamraterna i en båt på havet och fiskade:
doften av tång, stämningen över vattnet
med rop mellan båtar
och blå rökstrimmor ur kajutor --
å, detta starka sköna kamratskap mellan män!
Du livets älskare,
för dig var dagarna som svala gröna böljor:
hangiven, vällustfylld
lät du dem skölja över dig, uppbara dig, lyfta dig,
slunga dig framåt --
Morgonvandrare,
du gick genom världen
i en stor oknäppt fladdrande kappa
och efter dig blev en vivlande vind;
du sjöng
och din sång dröjer ännu mellan höjderna, ekar över oceanerna:
dina fotspår står djupa, outplånliga i marken,
visande Vägen,
och ljus blommar ur den.
Artur Lundkvist: naket liv, bonniers, 1929, pp. 64-65.