«El ojo del caballo» (1977), de Sonia Åkesson (1926-1977)

Poema de Sonja Åkesson (1926-1977) traducido al español aquí, posiblemente por vez primera

Hästens öga

Varför har hästens öga upplöst iris
och bländande, skummande ögonvita?

(Hästens öga är stort och svart och brunt
och mjukt och moget och väldigt svart.)
Hästens öga har nålspetsar
(de sticker ut ett par centimeter)
till pupiller.
Blodet sprutar och forsar.

Hästens öga är skimrande grönt
( h e l a öga: som klartljus) och skvalpigt.

Hästens öga är blåvitt och blått och hårt
och vansinnigt blottat.

Ser hästen på mig
med något av sina ögon?

Den luktar multet.
Jord.

El ojo del caballo

¿Por qué el ojo del caballo tiene un iris disuelto
y la esclerótica reluciente y reluciente?

(El ojo del caballo es grande y negro y marrón
y suave y maduro y tremendamente negro.)

El ojo del caballo tiene puntas de aguja.
(que sobresalen unos dos centímetros)
en vez de pupilas.

La sangre brota y brota.
El ojo del caballo es verde brillante.
(t o d o el ojo: como luz clara) y reluciente.

El ojo del caballo es azul-blanco y azul y duro
y locamente salvaje.

¿Es posible que el caballo me mire
con alguno de us ojos?
Huele a podrido.
La tierra.

Un poema satírico de Stig Dagerman (1923-1954)

Stig Dagerman (1923-1954) es un escritor sueco, especialmente conocido por sus crónicas para el Expressen sobre la Alemania derrotada de 1946. El libro de estas crónicas fue traducido al español por José Manuel Caba, y ha sido glosado con acierto, especialmente en Argentina. Se llama Tysk Höst («Otoño alemán»).

Menos reconocimiento tienen en nuestro idioma sus poemas satíricos Våd behov av tröst (Nuestra necesidad de consuelo es insaciable, en su traducción al español), su último trabajo antes de suicidarse a los treinta y un años.

Uno de los ejemplos más notables de esta poesía es «Svenskt Problem»» (Problema sueco»), que voy a intentar traducir al castellano aquí, posiblemente por vez primera:

[column]Svenskt Problem

I den frediga oasen Sverige är det allt överskuggande problemet frågan om julskinkan och julkorven. Rykterna om en eventuell mjölkstrejk verkar också alarmerande.

Kroppar stinka
och gamar slår,
(Ingen skinka
får vi i år)

Flygplan ringas
och salvan smäller.
(Ingen grädde
till kaffet heller.)

Liken multna
i gräs och torv.
(Fanen vete
om vi får korv.)

Bröder piskas
till blods på jorden.
(Respekt vi kräver
för middagsborden!)[/column][column]Problema sueco

En el oasis de paz que es Suecia, el principal problema es la cena de Navidad, el jamón y las salchichas. Resultan también alarmantes los rumores sobre una posible huelga de los productores de leche.

Los cadáveres hieden,
se pudren en el barro
(No tendremos jamón
este año.)

Los bombarderos chocan
en un mar hostil
(No tendremos crema
para el café tampoco.)

Se pudren los cadáveres
en la hierba y el fango
(Solo el Diablo sabe
si tendremos salchichas.)

Hermanos torturados
en la sangrante tierra.
(Exigimos respeto
para cenar en paz)[/column]

Recomiendo que se visione la película Automne allemand, dirigida por Michaël Gaumnitz (1946), para tener un cuadro más completo:

Ludvig Holberg (1684-1754), por fin en español

Jorge Simón Izquierdo Díaz nos ofrece por primera vez la traducción de dos de las mejores obras del dramaturgo danés Ludvig Holberg (Bergen 1684–Copenhague 1754), considerado el padre de la literatura danesa y noruega.

Holberg fue un hombre de la Ilustración, de orientación pietista, viajero por Europa. Escribió obras de historia, filosofía, derecho, opera, poesía, ensayo, novela y comedia.

Jeppe de la Montaña (1722) es su comedia más conocida. Es la historia de un campesino ebrio que se despierta en la cama del barón. Erasmus Montanus (1723) es la historia del universitario Rasmus Berg que regresa al pueblo de sus padres convertido en un pedante petimetre.

Las comedias de Holberg son experimentos sociales, donde se pone a prueba el sentido común de sus personajes; recuerdan en parte al mejor Moratín.

La traducción es casticista, y se echan a faltar algunas notas aclaratorias. En todo caso, un libro imprescindible.

«Sång om den oförutsedda kärleken» («Gacela del amor imprevisto») de García Lorca, en traducción de A. Lundkvist (1955)

El nr. 3 de la revista de poesía Lyrikvännen (1955) se abre con la traducción de la «Gacela del amor imprevisto» (Divan del Tamarit, publicado póstumo en 1940) de Lorca, en traducción de Artur Lundkvist.

Esta traducción había aparecido publicada en la antología de poesía amorosa que la mujer de Lundkvist, Maria Wine, acababa de publicar: Lågor för Eros : ett urval kärlekslyrik från hela världen (Estocolmo. FIB:s lyrikklubb, 1955), breve libro que alcanzó cierto éxito de ventas, con poemas de Sapho, Robert Burns, Shelley, William Blake, Chang Chiu Ling, Rilke, Kathleen Raine, E.E. Cummings, Lorca, Neruda, Leopold Sedar Senghor, etc.

La ilustración de la cubierta de la antología de M. Wine es la misma que aparece en la revista, obra Claes Bäckström.

[column]Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.

Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente,
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura, enemiga de la nieve.

Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué, para darte, por mi pecho
las letras de marfil que dicen siempre.

Siempre, siempre: jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte.[/column][column]Ingen skå föstå vällukten
hos din mages mörka magnolia.
Ingen ska veta du plågar
kärlekens kolibri mellan tänderna

Tusen små persiska hästar ska sova
på din pannas månbelysta torg,
medan jag i fyra nätter omfammnar
din midja som är fiende till snön.

Din blick mellan gips och jasminer
ska vara en kvist med bleka knoppar.
Jag ska söka åt dig i min bröst
bokstäver av elfenben som säger alltid.

Alltid, alltid: min smärtas trädgård,
din undflyende kropp för alltid,
dina ådrors blod i mun,
din mun utan ljus intill min död. [/column]

Por lo demás, la nota sobre el autor que aparece al final del número es disparatada. Aparte de seguir repitiendo que a Lorca lo mataron «los fascistas», se dice que tocaba la guitarra (no el piano) y que vivió en Colombia (confundiendo el país con su estancia en la Universidad de Columbia).