Cante Jondo (1937) de Karin Lannby

8500373724_6d9c6fe256_bKarin Tekla Maria Lannby (Linköping, 13 abril 1916 – París, 19 noviembre 2007) era una chica de buena familia, hija del representante sueco de la Metro Goldwyn Mayer. Frecuentaba el Hotel Carlton de Estocolmo, se codeaba con la buena sociedad capitalina, y desplegaba su encanto cosmopolita en todos los ambientes.

En 1933 había viajado a España con su madre, pasando por Tenerife, Sevilla, Barcelona o Madrid, donde asistió al estreno de Bodas de sangre, una obra que le causó un fuerte impacto.

Una vez comenzada la Guerra Civil, Lannby viaja a España en 1937 con un equipo médico que va a montar un hospital en Alcoy (Alicante). He contado sus peripecias en nuestro país en este artículo de Suma Cultural.

Lannby tenía auténtica devoción por García Lorca, algo que está muy presente en su único libro de poemas: Cante Jondo (Estocolmo, Norstedt & Söners, 1937), un libro rarísimo de encontrar. La cubierta es de Bertil Bull Hedlund, un artista gráfico de Dalarna que trabajó fundamentalmente el grabado.

El libro no me parece gran cosa, pero es el testimonio de una vida y de una época, poemas adolescentes penetrados de una inocencia popular, en un estilo que recuerda a Manuel Machado y a Miguel Hernández. Se abre con esta cita, en español:

    Cantares…
    Algo que acaricia y algo que desgarra.
    Cantares…
    En ellos el alma del alma se vierte.
    MANUEL MACHADO: Cantares (Alma)

Muchos de los poemas están escritos en Alcoy, pero hay también otros que son anteriores, así como un cierto aire oriental, con traducciones de Hafiz o Li-Tai-Po (Li Bai). Me permito traducir uno de los poemas, que da el tono (pp. 44-45):

    A CLAUDIO ABSENTE

    Me he encontrado tu amor por mil senderos,
    tu alma he vislumbrado en mil caminos.
    Oh, amor, ¿dónde tu mano?
    Levanta con tus ojos un puente de este a oeste.

    La noche oscura y cálida.
    Tu alma en el aroma de las flores.
    Siento tu cercanía en los matojos del bosque.

    !Oh, nunca, nunca te alejes!
    ¿Por qué se me hace tan grande este país?
    ¿Por qué el amor es tan duro y exigente?

    Mi amado, dale aliento a la vida,
    mi vida, !concédeme tu cercanía!

Otro poema es (pág. 35):

    LLUVIA DE ABRIL

    ¿A qué se parece mi amado?
    ¿A un acorde,
    a una orquídea,
    a una lluvia de abril sobre la hierba nueva?
    Sí, a una lluvia de abril,
    que acaricia suavemente
    las llanuras resecas.

El libro tuvo dos buenas reseñas, una de Artur Lundkvist, y otra de Gunnar Ekelöf en el Socialdemokraten, de las que hablaré en otro momento. Hay un libro sobre ella de Anders Thunberg.

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