Frutas (1932) de Erik Asklund

Hace poco hablaba de la antología Modern Lyrik («Poesía moderna». Estocolmo, Bonniers, 1931), de Erik Asklund, con su magnífica cubierta de Föerster en negro y rojo. En esa antología publicaba el propio Asklund 5 poemas que luego pasarían a este libro: Frukt («Frutas». Estocolmo, Bonniers, 1932), también con cubierta de Föerster, y con fotografías de Gunnar Lundh: «Fönster», «Nya Hus», «Biograf», «Nattkafé», «Kranium».

Estos poemas aparecen recogidos en la segunda parte de Frukt, convertidos en prosas líricas, junto con otros 10 textos breves por el estilo: «Två», «Öde», «Neråt», «Utanför», «Portar», «Om en fet man», «Jamförelse», «Fågel», «Misstag», «Filosofiskt».

Estos son los poemas de la antología de 1931, que tienen algunos cambios en el libro de 1932:

Ventana

Desde la ventana veo las aceras, como hacía en mi juventud: pasos de baile sobre las duras piedras, blancas sonrisas bajo las farolas y dulces palabras en la oscuridad de los portales –
Una noche estuvimos aquí en la puerta, y él dijo: Ya sabes que tengo un montón de dinero. Te voy a hacer una casa en el campo, voy a darte dinero y ropa bonita, y siempre seré amable contigo.
Esto fue lo que dijo y me dio un beso después.
Tuve suerte y libertad, dinero y ropa, y él fue siempre amable conmigo. Ahora estoy aquí en la ventana, mirando las aceras como hacía en mi juventud – con dos niños detrás de mi codiciado cuerpo. Sigue leyendo

«Espejo roto» (2011) de Søren Ulrik Thomsen

A veces pasan cosas raras. A mí el danés no me gusta mucho, y lo abordo con dificultad. Sin embargo, reconozco que la poesía danesa tiene una tradición importante, desde el expresionismo hasta ahora. De modo que suelo leer la poesía danesa en sueco.

Es lo que he hecho con el último poemario de Søren Ulrik Thomsen (n. 1956): Skadad spegel («Rystet spejl» en el original danés; «Espejo roto» en español).

Espejo roto (2011) consta de 42 poemas sobre la muerte y la memoria, sobre el tiempo y las rosas negras que florecen en la nieve, sobre bicicletas y gatos por las calles de Copenhague, sobre mirar aviones a la puerta de casa o ver reflejado el propio rostro en la ventanilla del tren, sobre parques de atracciones y ascensores oxidados… Sigue leyendo

Cine negro sueco

Tanto en la novela como en el cine, Beck, Wallander o la trilogía Millenium son obras conocidas en todo el mundo. Pero el cine negro sueco (svensk kriminalfilm) es mucho más y tiene una rica tradición.

Acaba de salir un libro de Michael Tapper titulado Snuten i skymningslandet: svenska polisberättelser i roman och film 1965-2010 («Policías en el país de las sombras: novela y cine policíaco suecos, 1965-2010», 2011), que es un estudio muy denso que estudia las relaciones entre política, sociedad, novela negra e industria del entretenimiento en Suecia.

En este contexto, el 14 de marzo la Filmoteca de Estocolmo tiene previsto recuperar uno de los mejores títulos de la filmografía de Arne Mattsson. Nattmara («Pesadilla», 1965), una obra maestra inspirada en Hitchcock y Clouzot. Sigue leyendo

Los poetas muertos no escriben novela negra (2010)

He traducido el Capítulo 1 de una novela sueca que me ha gustado mucho: Los poetas muertos no escriben novela negra (2010), de Bjorn Larsson (Jönköping, 1953).

Dentro del campo de las traducciones del sueco, la novela negra es uno de los que menos dificultades me plantean.

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Karl Petersén, editor y responsable del departamento de narrativa de la prestigiosa editorial Arnefors & Söner, miró a sus dos colaboradores más estrechos, los redactores Sund y Berg. Sabía que estaban sobre ascuas y que se estaban preguntando el motivo por el que los había convocado a una reunión extraordinaria fuera del horario de oficina, con la orden expresa de no contárselo a nadie más de la casa. Petersén se divertía un montón viendo sus caras perplejas, y con gusto los habría mantenido en vilo un buen rato más, pero le resultaba cansado mantener aquella farsa.

“Os estaréis preguntando por qué os he convocado de este modo tan poco convencional”.

No era una pregunta, era una afirmación, pero los dos redactores asintieron.

“Obviamente los dos conocéis a Jan Y. Nilsson”.

Berg abrió los brazos.

“Uno de los mejores poetas del país”, dijo.

“Pero también uno de los escritores probablemente menos vendidos que existen”, anadió Sund, “Entre nosotros, podríamos definirlo como un tipo que escribe buenos libros que nadie quiere leer, más allá de unos pocos entendidos”.

Es posible leerlo en este PDF.

Henry Parland: «La revolución de las cosas» (1928)

Esta es mi traducción del manifiesto de Henry Parland (1908-1930) «Sakernas Uppror» («La revolución de las cosas»), publicado en la revista Quosego en 1928:

Escribir sobre la revolución es algo gratificante. Siempre ha habido revoluciones, y siempre las habrá. Sin embargo, es curioso que casi todos los autores e historiadores han hablado de las revoluciones como de una preocupación humana. Que los entes sin vida «se levanten contra el orden establecido» – tengo que expresarme de esta manera porque no puedo pensar de otra – es algo que muy pocos han imaginado.
En nuestra época el pensamiento sigue girando en torno a lo humano, sólo en torno a los seres humanos los seres humanos los seres humanos. Como un gato que da vueltas sigilosamente en torno a un plato de sopa, nuestros pensamientos se centran en el ser humano; se relamen pensando en lo bien que saben algunas almas humanas en sus fauces hambrientas. Acaso puede extrañarnos que estén ciegos ante la revolución de las cosas, la protesta de las cosas «contra la ridícula actitud humanista que asumimos por primera vez hace un par de miles de años y en la que llevamos durmiendo desde entonces. Sigue leyendo