Ya he hablado en alguna otra ocasión de Fem Unga, un grupo de poetas de vanguardia suecos formado en 1929, del que formaron parte Erik Asklund (1908-1980), Josepf Kjellgren (1907-1948), Artur Lundkvist (1906-1991), Harry Martinson (1904-1978) y Gustav Sandgren (1904-1983).
La iniciativa de crear el grupo fue de Artur Lundkvist, que quería hacer en Estocolmo algo parecido a lo que estaban haciendo en Helsinki (Helsingfors en sueco) los jóvenes de Quosego (1928-1929). En esta época la literatura sueco-finlandesa de vanguardia estaba muy cohesionada, y se caracterizaba por su cosmopolitismo y radicalidad política.
Aunque el impulso intelectual es de Lundkvist el grupo se fue creando por azar, a través de encuentros en diferentes partes de Estocolmo. Había una fuerte necesidad de contacto entre estos jóvenes poetas de vanguardia, que cristalizó en el grupo 5 unga.
La antología llegó a las librerías el 6 de noviembre de 1929, apenas mes y medio después del debut de Harry Martinson: Spökskepp («El barco fantasma», 1929). Se tiraron 2.000 ejemplares. La espléndida cubierta se hizo en los talleres de la editorial Bonnier a partir de un boceto de Erik Asklund, que se inspiró en una obra del artista estadounidense Charles Demuth (1883-1935): I Saw the Figure 5 in Gold (1928) [ver arriba], que a su vez está basada en «The Great Figure», el poema de William Carlos Williams, que describe la experiencia de ver un camión de bomberos con el número 5 pintado en la chapa por las calles de Nueva York:
Among the rain
and lights
I saw the figure 5
in gold
on a red
firetruck
moving
tense
unheeded
to gong clangs
siren howls
and wheels rumbling
through the dark city.
Los cinco jóvenes tenían alreddeor de 25 años y estaban en contacto desde antes mediante cartas, pero se reunieron por primera vez en Estocolmo en septiembre de 1929, conovocados por Lundkvist. Aquel primer encuentro lo cuenta Erik Asklund en ”Det lyriska kaféet” («El café poético»), un capítulo de Den unge Harry Martinson («El joven Harry Martinson», 1954).
Se encontraban en diferentes puntos de la ciudad. Sus relaciones recuerdan en cierto modo a las de los poetas de la Generación del 27. Generalmente Martinson y Lundkvist iban juntos, se encontraban con Asklund y Kjellgren, que también tenían una relación especialmente estrecha, y luego todos iban a por Gustav Sandgren.
Su base de operaciones era el desaparecido café Kaiserhof, en Norrlandsgatan 5, donde además intentaban captar prosélitos, sobre todo gracias a las habilidades sociales de Martinson. Para celebrar la aparición de la antología, Lundkvist organizó una comida para repartir los beneficios en Surbrunnskällaren.